Este libro esta dedicado a la memoria de mi madre.
Es mi homenaje para vos, mamá.
Es también mucho más que eso.
Unas semanas antes de su muerte, le prometí que publicaría su libro.
En ese tiempo de la enfermedad de mamá, se enlazaron el pasado y el futuro en cada instante del eterno presente.
Rigoberta Menchú cuenta de su madre algo que hubiera podido ser dicho también para la mía:
Los ancianos, admirados de su valor, dijeron: Es una buena señal. Será una mujer valiente que pasará muchas pruebas. Deberá pagar tributos a sus nawales, y sus nawales le darán energías, la dotarán de sabidurías y protegerán su memoria para siempre; sus hijas, sus hijos y sus nietos serán valientes.
Con el tiempo, se vería que tenían razón.
El título fue una pregunta que me hizo en una de sus últimas salidas: ¿Tiene cielo donde voy?.
Sí, mamá.
No te respondí ese día, te lo digo ahora.
No sé cómo se llama el espacio que alberga tu alma fuera del tiempo, pero debe ser lo más parecido a lo que aquí, en la Tierra, aludimos cuando decimos Cielo.
Un espacio inmenso, como tu añorado «Verde».
Yo lo imagino así.