La Psicología de Dios, aunque parece una contradicción o una incoherencia, no lo es cuando profundizamos en las Escrituras. Los escritores bíblicos entendían que el ser integral, diseñado por Dios, estaba compuesto de espíritu, alma y cuerpo. Las evidencias bíblicas son abrumadoras sobre cómo ellos podían diferenciar cada área del ser integral, pero entendiéndolo como un ser inseparable. De hecho, por ejemplo, la palabra con la que es traducida como “alma” desde el griego en el Nuevo Testamento es la palabra “psiche”, de donde deriva la palabra “psicología”. La Biblia habla de la psicología cientos de años antes de que esta exista como ciencia humana.
En estas páginas se aborda el alma como parte del diseño de Dios del ser integral y cuál es el objetivo de Dios para el alma humana.
Somos perfectos. Esa es nuestra realidad en Cristo por obra de la cruz en nuestro espíritu, pero aún no lo somos en cuanto a la gestión que llevamos adelante en el alma. El alma fue diseñada para expresar esa perfección.
El espíritu no se agobia por lo temporal porque está anclado en lo eterno. Deberíamos preguntarnos permanentemente: “¿Qué gobierna mi alma?”.
No son verdades espirituales puestas en el alma como conceptos, sino el alma rendida al gobierno de la verdadera realidad, que es la espiritual en Cristo.