La pregunta con respecto a la tolerancia de aquellas situaciones que podríamos calificar como infanticidio se nos hace presente una y otra vez. La interpelación con respecto a la implacable asociación minoridad – delincuencia y la impronta de las nominaciones encuentra sus antecedentes en la historia y se actualiza en el presente en una repetición incansable y fatal, presentándose en muchas ocasiones al modo de lo siniestro.
Indagar en la historia nos permite desmitificar diversas ideas arraigadas como prejuicio y sentencia: las transformaciones respecto del sentimiento de infancia; la familia «oficial» y las formas familiares; el complejo tutelar; las instituciones en el antiguo régimen; las nodrizas en el mundo moderno las instituciones de menores. En nuestro tiempo, ¿la defensa de los derechos del niño es una utopía?
Escuchar a los niños no es tarea fácil. Lo que tienen para decir nos interpela. Escucharlos es el primer paso a seguir si es que algo deseamos hacer en conjunto con ellos y no exclusivamente, para ellos. Darles la palabra a los niños a fin de habilitar espacios de intercambio y diálogo con ellos hace estallar las instituciones. Darle lugar a la palabra de los niños nos compromete.
Esta obra da cuenta de un recorrido e incluye las reflexiones que se fueron presentando en el camino, las dudas y los interrogantes que el análisis de la cuestión ha promovido, y algunas conclusiones que no hacen más que abrir nuevas vías de investigación, pretendiendo des-cubrir un sistema organizado expresamente como «laberíntico». Las barreras a derribar son múltiples.
Será factible que ingrese alguna luz ante tanto silenciamiento y ocultamiento que la propia estructura del Estado ha propiciado, si realmente se desea darle otro lugar -y un lugar Otro- a las nuevas generaciones de tantos niños que hoy, pareciera no encuentran -sabiamente en muchos casos- mejor lugar para vivir que la calle. Es la paradoja que representa la ilusión de libertad que detentan, el desamparo que esconden al representar la otra cara de una misma moneda: la infancia moderna.