En La sabiduría de los idiotas, los idiotas son los Sufis, llamados así debido a que su sabiduría penetra a una profundidad que la transforma en inaccesible para el conocedor meramente académico o inteligente. Los cuentos-ejercicios de los Sufis son herramientas preparadas para propósitos específicos.
En este nivel, los movimientos de los personajes que forman parte de los cuentos retratan procesos psicológicos internos, transformándose el relato en un plan de trabajo, en un retrato perfecto de dichos procesos.
La sabiduría de los idiotas ha recibido muchos premios, incluyendo dos medallas de oro, una de ellas por ser «El Mejor Libro» como parte del Año Mundial del Libro patrocinado por la UNESCO.