No hay que confundir imagen del cuerpo con esquema corporal.
El esquema corporal especifica al individuo en cuanto representante de la especie: es, en principio, el mismo para todos.
La imagen del cuerpo, en cambio, es propia de cada uno: está ligada al sujeto y a su historia.
Soporte del narcisismo, es eminentemente inconsciente.
Es la encarnación simbólica del sujeto deseante.
A partir de este concepto, y remitiéndose una y otra vez a la experiencia analítica, Françoise Dolto sigue fase por fase la elaboración de la imagen del cuerpo, demostrando que, en cada ocasión, el umbral es superado por una castración. Lo cual la conduce a describir la patología de la imagen del cuerpo, que se revela, etapa por etapa, un fracaso de la simbolización: a saber, insuficiencia del lenguaje dirigido al niño e incumplimiento de la prohibición.
Porque tal es la paradoja de lo que enseña la elaboración de Françoise Dolto: el yo se asienta en la imagen del cuerpo, pero ésta, a su vez, se elabora a través de una serie de castraciones que no ha de vacilarse en reconocer como simbolígenas.
