La sexualidad se revela como todo lo contrario a un proceso de copia, lo contrario de una reproducción.
La sexualidad implica creatividad. Y, a la inversa, todo proceso creativo tiene algo de sexual.
La sexualidad humana se basa en nuevas combinaciones de ideas preformuladas.
En un mundo sexualizado, el futuro siempre es distinto del presente.
Cuando uno está dotado de conciencia humana, la sexualidad implica también un interés por el futuro, una preocupación por las generaciones venideras. Es la capacidad de no confundir la propia muerte con el fin del Universo.
Por eso, este libro trata, también, sobre la capacidad que tienen los seres humanos de alterar profundamente el ciclo natural del agua, a riesgo de destruir la vida en el planeta. Y, finalmente, propone la visión de un auténtico Homo Sapiens.