La idea de contar la verdadera historia, política y personal, de Cristina Fernández surgió en 2008, a partir del testimonio de un dirigente peronista, que en los setenta había estudiado junto a Néstor Kirchner.
«¿Sabés cuál es el drama de Cristina? -preguntó el dirigente K-. Que el padre verdadero nunca la reconoció. El padre biológico no es Eduardo Fernández, el colectivero. Yo conozco a la familia del padre biológico; son de acá, de La Plata.»
Esta revelación la emparentaba inesperadamente con la herida personal de Eva Perón, que también había sido hija de madre soltera. Iluminar sus secretos de origen fue revelando muchos otros. ¿Cómo fue que una chica de Tolosa, con altos ideales, terminó liderando una fuerza política atravesada por la corrupción? ¿Y cómo enfrentó, al enviudar, todo el trabajo sucio que requirió el mantenimiento de ese poder?
Las páginas que siguen presentan a la verdadera Cristina: a la que se dejó influir por Verbitsky, la que luego construyó un fuerte lazo de dependencia emocional con el Papa Francisco y la que vive obsesionada por la posibilidad de que roben el cuerpo de Kirchner del cementerio de Río Gallegos. Y a la vez expone cómo, una vez sola, lidió con los testaferros del marido, la CGT, los empresarios, los peronistas y hasta los servicios de inteligencia, que le ocultaron información clave.
Cristina Fernández. La verdadera historia destapa los pormenores de su salud física y emocional, pero también va hacia el pasado, revelando detalles desconocidos de su vida durante la dictadura y su breve período «isabelista». Y hacia el futuro: ¿cuáles son sus planes para cuando deje el poder? ¿Tejió un pacto de inmunidad? Una charla a fondo con quien fue su depiladora en Río Gallegos completa el retrato de una presidenta que, por momentos, es la contracara de su personaje público. Una biografía crítica, pero no destructiva. Una investigación imprescindible, que ofrece pistas para comprender realmente a Cristina y su vínculo con una sociedad que la eligió dos veces