Se trata de una versión «restaurada» (más bien «modernizada») del clásico tarot de Marsella.
Si bien es cierto que esta versión creada por Alexandre Jodorowky dista bastante del auténtico Tarot de Marsella original, tanto en los detalles de las imágenes como en el colorido de las mismas, en esta revisión no voy a hablar de las diferencias entre este mazo y el original; me voy a centrar únicamente en la calidad del propio producto.
El mazo se presenta en una pequeña caja de cartón, con un sencillo manual de instrucciones (como en la mayoría de los mazos). Las cartas cuentan con una muy buena calidad de impresión y, sobre todo, buena calidad en el material de fabricación. Se deslizan con bastante facilidad y no se quedan pegadas las unas a las otras. Son bastante resistentes lo que permite que se puedan barajar perfectamente tanto con la técnica de arrastre como con la técnica americana (riffle shuffle) sin deterioro de las mismas.
Las cartas miden 120x65mm, un tamaño que, a mi entender, es óptimo para un cómodo manejo y manipulación del mazo.
En general me parece un buen mazo, de buena calidad, con muy buena visibilidad, ideal para principiantes y experimentados en el mundo del Tarot, apto para coleccionistas o para uso diario y continuado.
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«Buena calidad, son las originales, tamaño perfecto… UNA BUENA COMPRA. Las volvería ha comprar sin dudarlo.»
