Piezas sueltas es un libro de 300 páginas que nos invita a reflexionar sobre el material desestructurado y a sus posibles usos tanto con propuestas guiadas como no.
Está compuesto por once capítulos donde se habla también la recolección y organización del material, de los espacios de uso y de propuestas de reflexión sobre el concepto de juego libre.
PIEZAS COLOR
Contenidos y valores
Julio empieza hoy y para muchas familias ha empezado una época de tiempo compartido más intensa. Si el trabajo nos lo permite, o si la organización que podemos hacer de nuestro trabajo nos lo brinda, esta época del año, donde hay menos horarios y obligaciones, es cuando conectamos con nuestra forma espontánea de aprender.
Uso con conciencia el plural de conectamos para referirme tanto a niñ@s como a adult@s. El aprendizaje espontáneo es lo que toda persona hace por el mero hecho de estar viva. A través de una experiencia u otra, vivida, entendida y metabolizada según los criterios y las conexiones neuronales y emotivas, cada momento que vivimos forma parte del puzle de nuestra vida, siendo parte de su sentido, porque es parte de su camino.
BARRO
Esta es para mí la esencia de un libro como Piezas Sueltas.
Entre sus 300 páginas he recorrido de nuevo las etapas de ese aprendizaje que me ha ofrecido la maternidad. Sin haber leído nada sobre crianza ni pedagogía, sentía que mi rol hacia mis pequeñas era el de acompañarlas en el descubrimiento del mundo. Lentamente. Observando. Escuchando. Sintiendo.
Con este libro he vuelto a vivir el tiempo dedicado a la observación, tanto de la mía sobre mis pequeñas como de ellas mismas empezando a conocer el mundo.
Pero ¿de qué habla exactamente Piezas sueltas y en qué nos beneficia exactamente en la maternidad/paternidad o más en general en el acompañamiento de los niños?
Piezas sueltas es una mirada, es la posibilidad de conocer el mundo y de establecer conexiones con lo que lo compone a través de elementos que terminan por ser representativos y simbólicos.
-CONSTRUIR CON PIEZAS SUELTAS
La hoja de un árbol, una tuerca, la cucharita con la que comemos, una pieza de madera, un palo. Lo que es importante es ofrecer la posibilidad de jugar con estos elementos, de poderlos asociar en base a nuestra imaginación, sin ninguna norma preestablecida que defina nuestras elecciones.
Conocer texturas, matices de colores, geometrías escondidas en elementos naturales, explorar nuestro interior desde un exterior no estructurado, y que la estructura que quien juega está creando no sea más que la clara representación de su yo más absoluto.
El juego verdadero no tiene una finalidad otra que el juego mismo, y los materiales desestructurados (no creados para un fin específico) son los que permiten ese tipo de juego. El objeto, e incluso su ausencia, puede representar lo que quien juega necesite. Brindar esa posibilidad simbólica es ofrecer a la infancia la posibilidad de satisfacer una de las más grandes necesidad propias de las personas: crear.
ORGANIGRAMA
Si educas en casa, si trabajas en un espacio respetuoso, si quieres ofrecer a l@s niñ@s opciones de juego real, donde puedan aprender miles de cosas y crear una cantidad impresionante de conexiones neuronales, este libro es para ti y para todo es@s niñ@s que se beneficiarán de esa información que te llega.
El verano es un momento ideal para recolectar material y hacer vuestras clasificaciones y empezar a idear vuestro espacio de almacenamiento y de uso. Este libro te vendrá como anillo al dedo en esta búsqueda y creación de espacio de aprendizaje.
