Married life seems to agree with Dexter Morgan: he’s devoted to his bride, his stomach is full and his homicidal hobbies seem nicely under control. But old habits die hard and Dexter’s work as a blood spatter analyst never fails to offer new temptations that appeal to his offbeat sense of justice…
Luckily for Dex, there’s someone out there with particularly twisted tastes. Dexter may have never been a big fan of art – but the discovery of an artfully displayed corpse naturally piques his curiosity. Dexter is back in business.
La vida matrimonial parece estar de acuerdo con Dexter Morgan: está dedicado a su novia, tiene el estómago lleno y sus pasatiempos homicidas parecen estar bajo control. Pero los viejos hábitos son difíciles de erradicar y el trabajo de Dexter como analista de salpicaduras de sangre nunca deja de ofrecer nuevas tentaciones que apelan a su poco convencional sentido de la justicia…
Afortunadamente para Dex, hay alguien con gustos particularmente retorcidos. Puede que Dexter nunca haya sido un gran fanático del arte, pero el descubrimiento de un cadáver artísticamente exhibido despierta naturalmente su curiosidad. Dexter ha vuelto al negocio.