Jugar – Un Derecho De La Infancia –

En el prólogo, Bernard Gastaud reflexiona de manera perspicaz acerca del acto de jugar. A su vez, señala los riesgos que debe sortear el juego para que pueda manifestarse en toda su plenitud, y hace especial hincapié en los obstáculos y las restricciones a que se halla sometido el derecho del niño al juego. Este libro pretende, inicialmente, poner de relieve el escaso reconocimiento que los Estados otorgan a este derecho universal de la infancia. El primer capítulo evidencia el desinterés internacional en el cumplimiento del artículo 31.1 de la Convención de los Derechos del Niño (CDN). Ante dicha situación, cobra importancia la necesidad de disponer de indicadores que permitan evaluar su cumplimiento. El segundo capítulo da cuenta de qué modo el trabajo de investigación de un grupo de once profesores universitarios pertenecientes a cinco universidades españolas ha permitido avanzar hacia el logro de un sistema de indicadores. Este sistema de indicadores se presenta en el capítulo tercero, abordando de manera específica cada uno de los indicadores que constituyen la matriz SIDERJU. Una matriz que deseamos se convierta en herramienta imprescindible para que los 196 Estados partes firmantes de la CDN den un paso adelante en la inclusión del juego en las políticas de infancia. A punto de cumplirse el 30 aniversario del tratado más ratificado internacionalmente, el 20 de noviembre de 2019, la defensa del cumplimiento del derecho de las niñas y niños al juego cobra un gran sentido. En el epílogo, Francesco Tonucci, brinda diversas estrategias e iniciativas para que niñas y niños reclamen a los adultos que respeten su derecho a jugar. Las sugerencias del epílogo, se nos antoja a los autores de esta publicación, son una invitación a la lectura de su Manual de guerrilla urbana (2018) publicado en esta misma colección