Después de cinco años, Abby y Harry vuelven a encontrarse. La pasión se desata de nuevo y tendrán que mantener su relación en secreto. Deberán luchar contra Los demonios del pasado y superar sus límites.
ESTA VEZ, EL DESTINO DICTA LAS REGLAS.
«Cerré los ojos con fuerza, sintiendo cómo caía en el abismo; no me había dado cuenta de que mis uñas se encontraban clavadas en la manera de la mesa. Lo miré con la respiración agitada y el cuerpo sudado. Él estaba conteniendo una sonrisa, una de esas sonrisas tan arrogantes, tan misteriosas, tan deliciosamente honestas. Pasé una mano por su nuca y lo atraje hacia mi, besando sus labios con fuerza».