¡Hola, piedra!
Una niña encuentra una piedra, la toca, la mira y empieza a hablarle. La piedra parece no escuchar, pero en un momento rompe el silencio. Como en un baile, pregunta tras pregunta, la niña y la piedra se acercan y se conocen. Pero, cuidado: conocer a alguien no es siempre es suficiente para ser su amiga.