La red infinita retrata, en primera persona, a una mente artística única, atormentada por miedos y obsesiones, pero decidida a alcanzar y mantener su posición al frente de la vanguardia artística mundial. Pintora inconformista, Kusama canaliza sus neurosis obsesivas en un arte que trasciende las barreras culturales.Una vez llegada desde Japón a Nueva York, vive los primeros tiempos en la pobreza, pero pronto se convierte en la reina de la escena artística contracultural, y llega a codearse con artistas como Georgia O’Keeffe o Andy Warhol.
Kusama brinda un relato conmovedor de su infancia y la primera aparición de las visiones obsesivas que la han perseguido durante toda su vida. Al regresar a Japón a principios de la década de 1970, la artista ingresa voluntariamente en un hospital psiquiátrico de Tokio, donde sigue residiendo, y desde donde surge, con un vigor aparentemente inagotable, el flujo interminable de obras de arte que la han convertido en una auténtica leyenda. El resultado es un relato fascinante que se extiende durante setenta años de vida.