En Bartleby y compañía Enrique Vila-Matas comparte con el lector la más grande de sus pasiones, la literatura, para hacer de esta obra un homenaje a todos aquellos escritores que un día dejaron de escribir.
Cuando Herman Melville dio vida al personaje del escribiente Bartleby creó sin saberlo el modelo a seguir para algunas de las más brillantes plumas de la literatura universal, escritores que dejaron de escribir sin que nadie pudiera saber nunca por qué.
A caballo entre la novela, el ensayo y el diario personal en una original fórmula que lleva el sello inconfundible de su autor, Bartleby y compañía es una reflexión con una pregunta como telón de fondo:¿por qué renunciar a la literatura? Quizá las grandes obras se escondan detrás de esos silencios que siguen a la famosa cita de Melville. Quizá, después de todo, sea preferible no escribir.»
El narrador es un rastreador de Bartlebys, esos seres que se niegan a escribir, llevados por la pulsión negativa e inspirados en el famoso oficinista del relato de Herman Melville que, ante cualquier requerimiento, responde siempre diciendo: «Preferiría no hacerlo».En sus notas a una novela nunca escrita, este explorador del mal endémico de las letras contemporáneas habla de Rulfo, de Rimbaud, de Salinger, de Kafka, de las razones que los llevaron al silencio y de las historias reales e inventadas que bordean el laberinto del No.