La destrucción de un pueblo por la fuerza mental de una joven amargada
Carrie es, en el colegio, el centro de la crueles bromas de los demás adolescentes; es la niña solitaria, poco atractiva, silenciosa, desprovista de sentido del humor. En casa, su madre la acosa con su fanatismo religiosos. En el baile, Carrie es la que vaga por los rincones.
Sin embargo, Carrie halla algún consuelo en la práctica de un extraño ejercicio; cuando está sola, cuando está triste, suele concentrar su mente en algún objecte, un reloj, un frutero, y logra moverlo, primero con dificultad y de manera casi imperceptible y, a medida que pasa el tiempo y aumentan sus angustias, aumenta también su poder…
Hasta que un día, sus amistades, su madre, el pueblo entero, la empujan hasta el límite de su resistencia moral, y Carrie decide vengarse…