Quino se pasó muchos años demostrándonos que los niños son los depositarios de la sabiduría. Lo malo para el mundo es que a medida que crecen van perdiendo el uso de la razón, se les olvida en la escuela lo que sabían al nacer, se casan sin amor, trabajan por dinero, se cepillan los dientes, se cortan las uñas…, y al final -convertidos en adultos miserables- no se ahogan en un vaso de agua, sino en un plato de sopa.
Esta edición definitiva de Todo Mafalda incluye todos y cada uno de los dibujos que su genial creador, Quino, hizo de sus personajes, incluyendo un ingente material inedito.
La crítica ha dicho…
«Quino, el grande Quino, seguirá vivo en su Mafalda, que nos enseñó que, como siempre, lo urgente no deja tiempo para lo importante.»
Hector Abad Faciolince